No es necesario aclarar que esta vez las letras van dirigidas hacia un rostro que ahora es lejano y difuso, 365 días de una historia que cerró algunas puertas y dejo abiertas las que quiza no comprometen demasiado o quiza sea lo contrario. De repente ya no trotaba en la mañana, de repente ya no alzaba la mirada.............El llanto y la risa han bailado tanto que la mareada brisa tiende a ser confusa y probablemente fastidiosa.
Sé perfectamente que su memoria ya ha borrado muchas cosas y los retazos se hacen inevitables. El vestido ya nunca más será desfilado, ahora está en el clóset, empieza a oler a viejo y los cristales han perdido su brillo. Pero pensandolo mejor, desde cuando importa tanto la sábana si fué en la almohada donde quedó todo lo vivido.
Es tiempo de seguir sonriendo.
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