lunes, junio 25, 2007

Sin título.

Un vago elemento me llevó a recordarte,
pero no fueron vagos los recuerdos que llegaron a mi mente,
de nuevo empecé a divagar en tu escritura, en las letras que traducen en tus ojos,
en la sencilla y mágica forma en la que visualizabas el mundo.

Corri de repente a las siete de la mañana, y abrace las fotografías en aquellas sillas,
transpase tu grande ventana y visualicé el cielo como mar,
no he enterrado tus botas, sigo cavando en la complicada voz,
porque es dificil y hay que pasar la saliva lentamente.

Mi aparición fue sincera, la felicidad fue natural y pura,
mis pensamientos si tuvieron transformación asombrosa,
mis lagrimas en verdad cayeron, no fueron producto de algún producto,
mi alma se difundió en la arena del desierto, pero si, luego volvió a hidratarse.

El dolor nos hace ser injustos y a no querer el perdon como aliado,
el ser humano puede y tiene derecho a afligirse, y a equivocarse,
aunque tambien puede recontruir paredes y pintarlas de nuevo,
solo queda ahora bellos momentos incambiables por ningún otro ser....

Si, seguimos dibujando en la misma hoja.

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