Se acabo el hecho de escribirle a las cosas, escribo para mi y seré mi propio paradigma.El corazón se sigue despedazando, la incertidumbre atraviesa las venas, las quema, de repente las envenena.
Quiere partir hacia alcanzar ese horizonte que nadie ha podido tocar, encontrar algo más cercano a la verdad, o al menos a la tranquilidad, hallar al menos una de esas palabras escritas en las rocas.
Si ha de existir un alma, está adolorida, desplazada, ya sus huellas en la arena no están acompañadas, la imagen del sueño de caminar sobre ella junto a la playa se desvanece con rencor, faltar a las promesas duelen así se tenga la certeza de que iba a ocurrir.
Los videos que se grabaron en el transcurso de la vida se han borrado, fueron destrozados con tijeras del olvido, ya los agradecimientos son sin argumento, o peor aun inexistentes, guiados hacia otra parte.
La espera carcome la fuerza, el hecho de creer en el cambio de las personas atemoriza, la frustración ante los hechos derrite la esperanza, derrite los ojos de felicidad.
Cuando los errores se siguen cometiendo hay que asustarse, que sea la conciencia quien latigue tu espalda y no el rayo de luz quien penetre tu piel.
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